La borderline consciente de sí misma

A veces, me pregunto si la vida era más fácil cuando no era consciente de mi particular etiqueta. Antes de colocarme en la caja "TLP" en la que encajaba tan perfectamente, era solo una persona dramática y emocional, siempre buscando un escape y sin conocer mis patrones de autosabotaje. La vida era difícil y dolorosa. Tomaba drogas, fumaba y me quitaba el dolor, pero no estaba al tanto de las disfuncionalidades de mi cerebro.

Hoy en día mi conciencia está en alta definición, amplificada, y analizo todo.

Antes de mi diagnóstico, podía estar de mal humor, experimentando una ira tremenda seguida de una tristeza y culpa abrumadora, lo que me hacía llorar desesperadamente durante horas, a veces contemplando el suicidio. Entonces, una ráfaga repentina de positividad golpeaba, lo que llevaba a una súper productividad seguida de una inmensa emoción ... luego volvía a colapsar, todo en cuestión de días o incluso horas, pero nunca sabía por qué. Tampoco era consciente de lo "loca" que actuaba. Creo que una parte de mí ha aceptado que era así debido a mi dolorosa infancia y adolescencia, que luego derivó en el típico abuso de drogas y relaciones violentas que esperarías de una joven que deja el sistema de protección social.

Ahora, un año después de ser consciente de que padezco trastorno límite de la personalidad (TLP), aunque puedo darme cuenta de lo condenadamente irracional que soy, no siempre puedo pararlo. Me doy cuenta de lo pegajosa que me vuelvo, y de cómo rápidamente cambio a frialdad total, alejando a la persona, sabiendo que más tarde desearé volver con ella desesperadamente, pero aún no puedo evitar hacerlo incluso cuando veo que está sucediendo. Veo lo irracional que es mi ira, cuánto luchan emocionalmente mis hijas conmigo, pero en ese momento sólo sirve para torturarme más. Luego vienen las sobre-explicaciones, contar todos mis secretos a quien sea con quien estoy hablando; porque mientras estoy desesperada por que me entiendan siento que me he sobreexpuesto y quiero alejarlos lo más posible.

Soy consciente de que puedo estar abrumadoramente enamorada, y en un minuto odiar a esa persona con la misma intensidad. Me escucho a mí misma decir cosas terribles, conozco las consecuencias de lo que estoy haciendo, pero no puedo parar. Mi voz interior me grita que cierre la boca, pero sigo.

Para mí, el TLP es como tener varias lentes/filtros en mi cerebro que afectan la forma en que veo el mundo exterior. Recientemente, es como si tuviera varias salas en mi cerebro en las que entro y salgo. De momento, parece que no tengo mucho control sobre ello, pero esta nueva conciencia es como tener una luz encendida dentro de mi cerebro, todo depende de la habitación donde esté mi mente en ese momento. Eso es lo que dicta mi día, mi hora, mis sueños, cómo veo y siento el mundo que me rodea.

Me estoy dando cuenta de que tengo varios componentes dentro. Mi mente puede jugar la película de la víctima, la pequeña niña perdida, desesperada por amor y afecto; la niña interna dañada. Mi mente también puede interpretar a la mujer fuerte e independiente, la madre soltera que hará cualquier cosa por sus hijos. Luego está la versión "loca", ardiente y explosiva de mí que no puede parar, no puede razonar y que destruye todo y cualquier cosa buena que haya en mi vida. Hay una homóloga de ella, una que puede ver en color, no solo negro, blanco y rojo ardiente. Me gusta esta nueva parte emergente de mí. Ella es tranquila, razonable y creo que tal vez es mi sabia mente entrando en juego. Últimamente la veo más.

Sin embargo, una vez que estoy atrapada dentro de una habitación soy la pequeña niña perdida llorando en una celda, siento que siempre he estado allí y siempre estaré atrapada allí. No es tan fácil (como dirían algunos) cambiar los pensamientos. Sentimos las cosas con tanta fuerza y ​​olvidamos que somos simplemente actores en la película y que nada de eso es real. Aquí es cuando el TLP es más peligroso, y es en esta sala donde entran en juego los impulsos autodestructivos y nos lastimamos con nuestros venenos elegidos y ponemos nuestras vidas en peligro. Prefiero la habitación roja de la ira a esta encarcelación dolorosa.

A veces veo que esta división TLP de mi cerebro no es necesariamente una maldición. De hecho, puede alimentar un enorme potencial de cambio y creatividad. En realidad, no tengo que ser esa niña triste que llora durante horas y se siente mal. No tengo que fumar y envenenarme, lastimarme o castigarme a mí misma. No tengo que estar desesperada por amor. Puedo ser fuerte, independiente, creativa, sexy, divertida. Puedo usar mis habilidades TLP y practicar un acción opuesta en la que sonrío intencionalmente ante mi circunstancia "trágica" en lugar de gritar o llorar por ello. No he fumado nada en absoluto desde hace semanas, vuelvo a entrenar duro en el gimnasio y me premio en lugar de castigarme.

La verdad es que podemos ser lo que queramos ser y en este momento, estoy trabajando para ser la mujer fuerte, nutriendo no solo a mi propia niña interna perdida, sino también a mis hijas. Me estoy centrando más en ellas y menos en el amor imposible de mi vida y esto hace que sea más fácil amarme a mí misma por completo.

El TLP me ha ayudado mucho. Ver "The Secret" y leer "The Inside Out Theory" me han hecho ver que tengo todo el control dentro. Además, tengo que mencionar "Inside Out", la película de animación para niños. Me enseñó mucho sobre cómo funcionan nuestras emociones. A veces, las ideas más simples pueden ser las que más transforman la vida.

Todavía estoy clasificada como "borderline" y sigo mostrando muchos síntomas. Todavía lucho enormemente cuando estoy atrapada dentro de mi propia película de terror, pero cuanto más me doy cuenta de que es el interior el que dicta el exterior, más me doy cuenta del poder de mi mente y menos me autodestruyo. Las malas emociones siempre pasan. Aceptarlas les permite irse. Pelear contra ellas las hace más fuertes, escapar de ellas significa que volverán más tarde.

Abrí este artículo sin saber si era más fácil o no siendo consciente de mí misma. Lo cierro diciendo: puede que no sea más fácil, pero esta conciencia es lo que me está sacando de la prisión del TLP. También me doy cuenta de que no todo es malo, y que mis tendencias límite son las que me hacen única y especial. Estoy aprendiendo a amarme a mí misma por todas mis locuras, aprendiendo a cuidarme cuando estoy triste y permitiéndome experimentar todas mis emociones, las felices y las tristes. A lo que te resistas siempre persistirá, por lo que es mejor surfear la ola y saber que siempre pasará.

Artículo original de Marie Fielding